El mes pasado fue bastante ajetreado para mí, varias formaciones, una buena revisión de la estrategia de mi empresa y un nuevo taller presencial de bordado.
Y justo al acabar el taller publiqué una story en mi instagram, enseñando la instalación que había hecho para el taller que di. Y recibí un montón de preguntas sobre cómo había montado los bastidores de bordado.
Así que he decidido contároslo todo en este artículo, porque cositas prácticas que nos facilitan la vida… oye, ¿a quién no le van a gustar? Espero que os resulte muy útil 😊.
Un problema de espacio
Si vives en un piso, probablemente ya te habrás dado cuenta: encontrar un espacio dedicado al bordado puede ser un verdadero reto. Con todas los abalorios, lentejuelas, hilos y telas amontonados, no siempre es fácil encontrar un lugar cómodo para crear.
Los bastidores clásicos suelen ser voluminosos y, cuando se dispone de poco espacio, no siempre es fácil encontrar un rincón dedicado a ellos. Entre el sofá que ya está ocupado, la mesita baja llena de trastos (sí, sí, esa que tiene publicidad, llaves, bolsos, gomas del pelo, etc.) y las ganas de recogerlo todo después de cada sesión, el espacio se convierte rápidamente en un reto en sí mismo.
Entonces, ¿qué bastidor elegimos cuando tenemos poco espacio pero muchas ganas? ¿Qué hacemos si queremos bordar cómodamente? De eso precisamente vamos a hablar en esta newsletter. ✨
El rinconcito ideal
Antes de elegir tu bastidor de bordado, la primera pregunta que tienes que hacerte es: ¿dónde quiero bordar?
Lo ideal es que encuentres un espacio con buena iluminación (luz natural durante el día, o una lámpara adecuada por la noche) y una superficie cercana donde puedas colocar tus herramientas y materiales. No hace falta un gran taller: basta con un escritorio, una mesa de comedor o incluso un rincón del salón.
Simplemente pregúntate dónde te sientes más cómoda bordando a largo plazo. Un lugar tranquilo, cómodo y bien iluminado marcará la diferencia en tu experiencia de bordado ✨

La teoría y la realidad
A todas nos encantaría tener 30 m² dedicados a nuestras labores, con espacio de sobra para organizar, almacenar y sentarnos cómodamente… Pero seamos sinceras, la realidad suele ser bien distinta. A veces el único espacio del que disponemos es un escritorio, y en ese caso, pues obviamente no podremos bordar un vestido de novia en un bastidor de 3 metros 😅.
Pero buenas noticias: ¡eso no significa que no puedas bordar en absoluto! Solo tienes que adaptar el tamaño del bordado al tamaño de tu bastidor, que a su vez depende del espacio disponible que tengas.
Entonces, ¿se puede bordar con el crochet Lunéville sin caballetes ni bastidor de 90 cm?
¡SÍ! Pero con una (pequeña) restricción: el tamaño del proyecto estará limitado por el tamaño del bastidor que puedas instalar.
Los tipos de bastidor en función del espacio disponible
Aquí te doy como ejemplo tres situaciones que seguro que has vivido en algún momento dado. A ti de decidir cuál te describe mejor. 😄
1 – «Mi salón, mi reino… bueno, casi 🛋️»
Como en el taller presencial que hice el mes pasado, cuando sólo disponemos de una mesa, recomiendo los pequeños bastidores rotatorios. Como vivo en Francia, los míos los compro en La Maison de la Broderie et du Canevas, pero los tenéis disponibles en internet en varios sitios. Miden 30×30 cm y (los míos) cuestan 21,40 €.
Estos bastidores son perfectos para bordados pequeños (broches, joyas, etc.), así como para piezas hasta un poco más grandes que una hoja A4, como mis patrones de bordado. ¡Caben perfectamente sobre una mesa y son súper prácticos para llevar a todas partes! 👌🏼
2 – “Bordo en modo ninja, entre la pila de la colada y el gato 👗🥷🏼🤸🏼♀️🐈⬛”
Sí, a veces eso del espacio es un mito. Así que para esas situaciones, ¡que viva el tambor de bordado! 🙌🏼 Te recomiendo un tambor de acolchado (quilting), un poco más grueso que los tambores tradicionales, que puedes utilizar con un soporte bajo el muslo.
No es la solución ideal y maravillosa que nos encantaría a todas, pero es una gran opción para probar el crochet Lunéville sin invertir inmediatamente en un equipo más voluminoso. Bonus: ¡también es perfecto para bordar en vacaciones sin tener que meter en la maleta todo un taller! 🏝️✈️
Ideal para las amantes de las caravanas 🚌… y bueno, para las que no tengan más remedio 😅.
3- “Vivo en Versalles 👸🏼”
¡Qué suerte tienes! Si no estás limitada por el espacio, puedes permitirte casi cualquier cosa en términos de bordado Lunéville 😂. En este caso, la elección del bastidor depende principalmente de tus preferencias y de tu presupuesto. Te daré algunas referencias para ayudarte a encontrar EL bastidor ideal y adaptarlo a tus necesidades. Una vez más, casi todos los links son de páginas francesas, pero la idea es que veas el tipo de bastidor que puedes utilizar.
Entonces, ¿equipo de contorsionistas 🤸🏼♀️ o palacio real 🏰?
Tanto si eres más bien una bordadora de salón optimizado, una ninja del rincón o la reina del gran taller, siempre hay una solución para bordar, ¡incluso en un espacio reducido! Lo importante es encontrar el compromiso adecuado entre comodidad y practicidad, para que tus sesiones de bordado sigan siendo un auténtico placer. ✨
Y tú, ¿en qué categoría entras? Cuéntamelo todo, ¡tengo curiosidad! 😄 Responde a esta newsletter para contarme todo sobre cómo te las apañas en tu caso particular. ¡Estoy deseando ver dónde haces magia! 🪡💖
Mientras tanto, te deseo maravillosas sesiones frente a tu bastidor de bordado, ¡sin importar el tamaño de tu reino! 👑
L.S.